No abandonemos la magia del secreto.
No es por el hecho que nuestro amor
sea prohibido o impuro.
Persisto en el arrullo
que hay en los rincones,
en la memoria o el espíritu
que habitan las paredes
de nuestras casas.
Sabemos que toda
felicidad auténtica
será condenada e ilegítima.
Por eso conservemos la magia del secreto.
La sombra hace más intensa la entrega
más voluptuoso el camino
que hay hasta tu cuerpo
de hombre tierno.
Ya no puedo ser más mujer
de vigilias sigilosas.
Has derrotado todos mis cálculos,
todas mis previsiones
de hembra al acecho
atada a la supervivencia.
No te pido que niegues tu pasado
menos que le hagas la guerra.
Sabes muy bien a éstas alturas
que toda felicidad permanente
es síntoma de fracaso.
No creo en los matrimonios perfectos
sepulcros del deseo.
Creo en la pasión libre y fresca
que nos otorga el sabor de lo nuevo,
así sea transitorio y doloroso.
La tierra contigo
ahora me es mucho más leve:
has liberado el sueño
y mi inocencia
se parece más al agua.
-Tu enferma de la luna-
Del Conde Arboleda / El Epistolario Perdido
No es por el hecho que nuestro amor
sea prohibido o impuro.
Persisto en el arrullo
que hay en los rincones,
en la memoria o el espíritu
que habitan las paredes
de nuestras casas.
Sabemos que toda
felicidad auténtica
será condenada e ilegítima.
Por eso conservemos la magia del secreto.
La sombra hace más intensa la entrega
más voluptuoso el camino
que hay hasta tu cuerpo
de hombre tierno.
Ya no puedo ser más mujer
de vigilias sigilosas.
Has derrotado todos mis cálculos,
todas mis previsiones
de hembra al acecho
atada a la supervivencia.
No te pido que niegues tu pasado
menos que le hagas la guerra.
Sabes muy bien a éstas alturas
que toda felicidad permanente
es síntoma de fracaso.
No creo en los matrimonios perfectos
sepulcros del deseo.
Creo en la pasión libre y fresca
que nos otorga el sabor de lo nuevo,
así sea transitorio y doloroso.
La tierra contigo
ahora me es mucho más leve:
has liberado el sueño
y mi inocencia
se parece más al agua.
-Tu enferma de la luna-
Del Conde Arboleda / El Epistolario Perdido
4 comentarios:
Hola hermosa. Se me dio por recorrer tu blog en busca de anteriores publicaciones y me encuentro con apasionadas y sensuales pinturas del amor. Realmente para envidiar a los protagonistas de tus poemas...
Y aunque toda felicidad auténtica sea condenada e ilegítima, brindemos por haberla tenido.
Besos
Navegante, un honor para mí el que hayas dedicado tiempo en leerme.
Mis poemas, una vez tuvieron un protagonista pero como toda felicidad no es eterna y la pasión aunque sea libre y fresca suele ser transitoria y dolorosa.
Aún escribo en su nombre, creo que quedé estancada en esa etapa de mi vida.
Gracias por estar.
Besos dulces...
Ahora se comprende eso de añorar el pasado y soñar un futuro, casi parecía una contradicción (alguien te dejó un comentario diciendo esto mismo).
Mientras mas te quedes en aquel hombre, menos tendrás para darle al próximo. Si aquello es inevitable, hacete a un costado y seguí la vida, que es corta pero ancha.
Chauickkkk
Si, por eso escribí un poema llamado -yo me entiendo-.
Mi vida siempre ha sido una contradicción, es paradójico...pero así es.
Besos dulces siempre...
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